05 Mar Pros y contras de las nuevas instalaciones en la cocina eléctrica
A la hora de elegir una cocina eléctrica, debemos evaluar los diferentes problemas que acompañarán a los electrodomésticos que llevamos muchos años utilizando. Estos son los pros y los contras.
Hoy en día, existen varios tipos de cocinas de inducción: cocina de inducción, cocina vitrocerámica, cocina de combustible dual, cocina eléctrica y cocina de gas.
Por tanto, cada uno de estos tipos tiene sus propias ventajas y desventajas. Qué opción instalar en casa depende de sus gustos, necesidades y preferencias personales, y de sus hábitos de cocina.
En este artículo, detallamos la composición de las cocinas de inducción y las principales ventajas y desventajas relativas a las cocinas de gas y otros modelos. ¿Estás interesado? Léalo con atención, porque, ¡comenzamos!
Qué es, cómo funciona y qué tipos existen de cocina eléctrica
Como ya hemos explicado, una cocina eléctrica es una especie de cocina, que consiste en convertir la electricidad en calor para realizar diversas operaciones de cocción, cómo hornear, cocinar, fundir o hervir, etc. Por lo tanto, las cocinas eléctricas pueden tener diferentes tipos de placas, siendo la más común una de inducción (con una superficie de vidrio cerámico y una alta capacidad para generar calor rápidamente). La vitrocerámica (las más populares en la actualidad son de hierro y vidrio); y cocinas híbridas (como su nombre indica, esto brinda la posibilidad de alternar entre diferentes tipos de placas).
Por otra parte, podemos encontrar hasta tres modelos diferentes de cocinas por electricidad: las cocinas eléctricas de resistencia a la radiación, cocinas eléctricas de pura resistencia y las de inducción de alta eficiencia.
El primero convierte la energía eléctrica en calor y está fabricado con materiales vitrocerámicos. Por otro lado, las cocinas eléctricas de pura resistencia funcionan de la misma forma que la primera, pero su apariencia es diferente. Finalmente, la cocina de inducción utiliza energía electromagnética para realizar el proceso de convertir la energía eléctrica en calor.
Por cierto, cada una de ellas tiene sus propias ventajas y desventajas, y no todas tienen los mismos costos de instalación y mantenimiento.
Desde otra perspectiva, ciertos tipos de cocina eléctrica consagran una eficiencia y protección más elevada que otros.
Pros y contras de la cocina eléctrica
El término cocina eléctrica ha sido explicado anteriormente, así como su funcionamiento y los diferentes tipos que existen, seguiremos detallando las ventajas y desventajas de este tipo de utensilios de cocina.
Lo primero que hay que decir es que la mayoría de cocinas eléctricas cuentan con varios ventiladores internos, los cuales se encargan de distribuir uniformemente el calor por todo el hueco interno del horno. Esto ayuda al proceso de calentar grandes cantidades de alimentos.
Por otro lado, muchas cocinas eléctricas cuentan con hornos que se pueden cocinar simultáneamente de diferentes formas, es decir, permite, por ejemplo, hornear, fundir y hervir al mismo tiempo sin ningún problema. Además, sea cual sea el material del que esté fabricada (vitrocerámica, vidrio, materiales mixtos, etc.), sus placas suelen requerir poco mantenimiento y son fáciles de limpiar. Este tipo de cocina también puede proporcionar servicios generales de bastante alta calidad y tiene excelentes efectos de cocción.
Respecto a las deficiencias de las cocinas eléctricas, por ejemplo, podemos decir que tienen mayores costos de instalación y mayores costos de mantenimiento que las cocinas de gas, electromagnéticas o de doble combustible, lo que por supuesto también significa que el recibo final de la luz se incremente. Si optamos por instalar una cocina eléctrica, debemos elegir correctamente la tarifa de la luz en el hogar, porque de lo contrario puede aumentar mucho la factura de la electricidad. Y, por otro lado, sus placas suelen tardar más en calentarse al 100%, y una vez apagados todos los quemadores, el coste de enfriarlos también es mayor.
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